martes, 8 de febrero de 2011

Una nueva cartografía urbana del deseo. Puntos singulares creativos


Mapa psicogeográfico I. Pedro Barateiro , 2006.


La arquitectura orienta e incluye al hombre en su transcurso libre por el territorio, de tal forma que pueda reconocer, actuar y participar de sus espacios llenos y vacíos, dibujando en ellos un perfil invisible de sensaciones. Son anhelos, sueños y deseos que construyen la capa inmaterial de la arquitectura, un alma resonante que permanece y muta con las sociedades. Sin embargo, en la situación contemporánea es difícil detectar esta relación con lo invisible, probablemente por la gran cantidad de ruidos que ensordecen nuestro oído y ciegan nuestra mirada. De ahí que esta investigación se preocupe en la actualización de los tejidos invisibles en el espacio más visible de la ciudad, el espacio público europeo.

Por un lado, de la observación del estado decadente de determinados puntos públicos de la ciudad y por otro, de la localización de pequeños y singulares proyectos que están aconteciendo en el mapa europeo y más allá, se detecta una intención común de intervenir en la ciudad de los sentidos, en la ciudad más perceptiva o fenomenológica.

Durante aproximadamente los últimos 15 años, ha cambiado la percepción de la ciudad y de los espacios urbanos para aquellos que se han dedicado profesionalmente a ella, pero sobre todo para aquellos que no se vieron afectados por el debate ideológico o estético de los sesenta, setenta y ochenta. Esto se ha traducido en una desconfianza por el macroproyecto, buscan escalas más próximas al territorio y al hombre, potencialidades inéditas o poco explotadas del mismo. Se preocupan por la capacidad de los espacios urbanos para generar atmósferas activas como ya lo hacían los avanzados situacionistas. Las intervenciones comparten una escala física y temporal, y tienen un motor creativo común fundamentado en valores intangibles con una intención reactivadora. Se comportan como máquinas deseantes, aprovechan la capacidad productiva y de creación que genera el deseo social, motivando actitudes urbanas desde deseos antiguos, nuevos y auténticos. Esta dimensión deseante y creativa despierta ese perfil invisible, un paisaje sensorial oculto que se quiere poner en valor y se quiere constituir como una estrategia legítima para la regeneración de un tejido público. Así emergen nuevos factores de cambio urbanos basados en necesidades deseantes locales y generales (como algunas ya muy estudiadas, la necesidad de contacto a través del conflicto que reclama R. Sennet, la desaceleración urbana frente al frenetismo contemporáneo que fundamentan los Movimientos Slow, la condición sabiente del territorio de J.F. Lyotard y la responsabilidad informacional de M. Castells…), éstos traducidos al territorio con pocos recursos materiales han construido nuevos lugares sobre lugares, puntos singulares creativos, capaces de construir una nueva cartografía urbana del deseo.

Luís Moreno Mansilla en sus Apuntes de viaje al Interior del tiempo dice que como la literatura la realidad necesita de la ficción para ser verosímil, podría parecer que también la urbe necesita de este perfil de lo invisible para ser ciudad contemporánea.

Relato urbano #1,

Arthur Stace, Mr. Eternity, escribe sobre las calles de Sydney Australia. Durante cuatro décadas marca medio millón de veces la pabra eternity por sus aceras, muros, puentes ..., como si una ciudad invisible de Italo Calvino se hiciera visible y comenzara a identificar una ciudad. Ahora, este gesto forma parte del imaginario de ciudad de sus habitantes, de los recuerdos e infancias de muchos.

1 comentario:

  1. Desde mi punto de vista tienes toda la razón al exponer que “en la situación contemporánea es difícil detectar esta relación con lo invisible” pero ¿podemos recuperar esos anhelos, sueños y deseos que construyen la capa inmaterial de la ciudad desde la Arquitectura?

    Mi opinión personal es que no. La Arquitectura tiene su papel, tiene que dar respuestas a esta problemática pero tiene que estar guiada por unos valores y directrices que superan a la propia Arquitectura. Por ello entiendo que es necesario contextualizar la Arquitectura actual y trabajar en dar respuestas a las grandes preguntas sin la limitación de atender sólo al ámbito de nuestra interdisciplina. Aún corriendo el riesgo de estar equivocados por salirnos de nuestro campo. Nadie es conocedor de todas las disciplinas que afectan a la ciudad, arquitectos, economistas, sociólogos, psicólogos sociales… todos son expertos sólo de una parte y no podemos dar una respuesta por partes a un fenómeno complejo ya que podemos estar solventando un problema y generando uno nuevo. Debemos sacar al psicólogo, al sociólogo, al economista, al docente que hay en nosotros y dar una respuesta compleja. Si no equivocamos, otros podrán avanzar desde nuestro error. Los arquitectos tenemos una pequeña ventaja para navegar por la complejidad y es que nuestra profesión ya nos ha requerido avanzar en estas facetas y trabajar como psicólogo, economista y coordinador en cada proyecto y obra.

    Gracias por tu trabajo, me parece muy interesante.

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